sábado, 24 de enero de 2009

¿Qué es el Inconsciente?

El sistema psíquico también se produce, el Inconsciente se construye. El niño, cuando nace no puede vivir solo. No posee una coordinación motora suficiente, ni desarrollados el sentido de la vista o la autorregulación de su temperatura, de tal forma que la madre, o quien ejerce esa función, se convierte en todo aquello que el niño necesita para no morir. La madre anticipa y calma todas sus necesidades, adquiriendo para el niño un cariz de ser todopoderoso (madre fálica) que le proporciona la vida y asegura su supervivencia, sin la cual él moriría. Al mismo tiempo él se concibe a sí mismo como el objeto de todo deseo de su madre, que sólo vive para amarlo, cuidarlo y protegerlo. El niño, ante la madre, no tiene dimensión sobre su propio cuerpo y viéndola a ella, como si de un espejo se tratase, es su propio cuerpo lo que cree ver, percibiendo a ambos como una unidad.

Sin embargo, llega un momento en que aparece un tercero, o mejor dicho, el niño se da cuenta de la existencia de un tercero que le roba el tiempo y el deseo de su madre. Ahí, el niño se percata de que aparte de él hay otros y de que la madre y él son dos en vez de uno. Así se conoce a sí mismo a través del otro y es el deseo del otro, el deseo de uno mismo. Este otro bien podría ser el padre, pero también un hermano, un trabajo, un ascenso, un libro… el mundo. Y este tercero le impone un prohibición respecto a su madre “¡con tu madre no!” y es entonces cuando el resto del mundo se abre para él. Ahí, cuando el niño se da cuenta de la existencia del otro que le prohíbe a su mamá, aparecen también por primera vez la envidia, los celos, la hostilidad hacia este tercero, el miedo a ser castigado si no renuncia, y por tanto, la primera represión de sus deseos. Esto es lo que hace que el niño se constituya como ser humano.

Esa primera represión del deseo de la madre (represión primordial) constituye la fundación del Inconsciente y el sujeto queda dividido en Inconsciente y consciente. Sin embargo, aunque el deseo se reprima sigue produciendo efectos desde el inconsciente, sobredeterminando los comportamientos, sentimientos, síntomas, sueños, etc. del sujeto.

Con la aparición del tercero, el niño “dividido” puede pasar a comprender la existencia de la sociedad y a desear el mundo. Así, el niño podrá pasar de lo natural, el bebé cachorro de la madre, a lo cultural, el pequeño humano social. El tercero como simbólico. El lenguaje como producto simbólico por antonomasia, nos diferencia de los animales. Por ese proceso de renuncia a la madre hemos pasado todos e Inconsciente, tenemos todos. Su proceso de construcción continúa cada vez, en análisis.

miércoles, 21 de enero de 2009

Grandes Poetas. Olga Orozco (Argentina, 1920)


Autor: Johannes Vermeer. Obra: La joven de la perla.


NO HAY PUERTAS

Con arenas ardientes que labran una cifra de fuego sobre el
tiempo,
con una ley salvaje de animales que acechan el peligro desde
su madriguera,
con el vértigo de mirar hacia arriba,
con tu amor que se enciende de pronto como una lámpara
en medio de la noche,
con pequeños fragmentos de un mundo consagrado para la
idolatría,
con la dulzura de dormir con toda tu piel cubriendo el
costado de] miedo,
a la sombra del ocio que abría tiernamente un abanico de
praderas celestes,
hiciste día a día la soledad que tengo.

Mi soledad está hecha de ti.
Lleva tu nombre en su versión de piedra,
en un silencio tenso donde pueden sonar todas las melodías
del infierno;
camina junto a mi con tu paso vacío,
y tiene, como tú, esa mirada de mirar que me voy más lejos
cada vez,
hasta un fulgor de ayer que se disuelve en lágrimas, en
nunca.

La dejaste a mis puertas como quien abandona la heredera
de un reino del que nadie sale y al que jamás se vuelve.
Y creció por sí sola,
alimentándose con esas hierbas que crecen en los bordes del
recuerdo
y que en las noches de tormenta producen espejismos
misteriosos,
escenas con que las fiebres alimentan sus mejores hogueras.

La he visto así poblar las alamedas con los enmascarados que
inmolan el amor
-personajes de un mármol invencible, ciego y absorto como
la distancia-,
o desplegar en medio de una sala esa lluvia que cae junto
al mar,
lejos, en otra parte,
donde estarás llenando el cuenco de unos años con un agua
de olvido.
Algunas veces sopla sobre mi con el viento del sur
un canto huracanado que se quiebra de pronto en un gemido
en la garganta rota de la dicha,
o trata de borrar con un trozo de esperanza raída
ese adiós que escribiste con sangre de mis sueños en todos
los cristales
para que hiera todo cuanto miro.

Mi soledad es todo cuanto tengo de ti.
Aúlla con tu voz en todos los rincones.
Cuando la nombro con tu nombre
crece como una llaga en las tinieblas.

Y un atardecer levantó frente a mí
esa copa del cielo que tenia un color de álamos mojados
y en la que hemos bebido el vino de eternidad de cada
día,
y la rompió sin saber, para abrirse las venas,
para que tú nacieras como un dios de su espléndido duelo.
Y no pudo morir
y su mirada era la de una loca.

Entonces se abrió un muro
y entraste en este cuarto con una habitación que no tiene
salidas
y en la que estás sentado, contemplándome, en otra soledad
semejante a mi vida.

lunes, 19 de enero de 2009

Grandes Poetas. Federico García Lorca (España 1898). Leído por Menassa

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

Grandes Poetas. Antonio Machado (España, 1875)

CAMINANTE NO HAY CAMINO

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.

viernes, 16 de enero de 2009

El sentido de los síntomas y la Terapia Analítica

Los síntomas de las neurosis poseen -como los actos fallidos y los sueños- un sentido propio y una íntima relación con la vida íntima de las personas en las que surgen. Si bien es cierto que cuanto más individualizado se hace un síntoma, más fácil es establecer esa relación, también los síntomas típicos pueden ser reducidos a sucesos típicos, es decir, comunes a todos los hombres.
Ante una idea sin sentido o un acto sin objeto habrá que descubrir la situación pretérita en la que tales ideas o actos poseyeron sentido y objeto, ya que los síntomas, sueños, lapsus, olvidos, etc. , no son más que manifestaciones disfrazadas de deseos reprimidos en el inconsciente.
Los mecanismos psíquicos que sustentan la enfermedad son los mismos que los de la salud, la diferencia entre la salud y la enfermedad descansa por tanto sobre un factor cuantitativo y no cualitativo. En consecuencia, todas neurosis son curables.
El tratamiento psicoanalítico, al encontrar conflictos que han conducido a la formación de síntomas, intenta remontarse a la raíz de los mismos y producir otro resultado. El tratamiento analítico, impone al médico y al enfermo esfuerzos destinados a levantar resistencias internas que, una vez dominadas, dejan la vida psíquica del paciente modificada de un modo duradero, transportada a un grado evolutivo superior y protegida contra nuevas posibilidades patógenas. Es por tanto la lucha contra las resistencias la labor esencial del tratamiento analítico e implica al enfermo, en cuya ayuda acude el psicoanalista mediante la sugestión que actúa en sentido educativo.
En contra de lo que sucede en otros tratamientos sugestivos, el psicoanálisis trabaja sobre la transferencia que se produce entre paciente y analista y, durante el tratamiento, las resistencias también se transforman en transferencias negativas (hostiles).
Siguiendo la teoría de la libido, el neurótico no puede gozar ni obrar ya que su libido no se haya dirigida sobre ningún objeto real y el paciente se haya obligado a emplear toda su energía para mantener a su libido en estado de represión y protegerse contra sus asaltos. La misión de la terapia consiste en desligar la libido de su adherencia a los síntomas, que procuran al sujeto una satisfacción sustitutiva de sus deseos inconscientes.
Partiendo de la transferencia se crean nuevas ediciones de los antiguos conflictos para que, con las interpretaciones del analista, el paciente llegue a diferentes soluciones ante los mismos, por movilización de todas las fuerzas psíquicas de las que dispone.

Virginia Valdominos a partir de Freud (Lecciones Introductorias al Psicoanálisis: Teoría General de las Neurosis 1916-17).

Psicoanálisis para todos. Cámara Oculta. Menassa: "Furia contenida"

¿Todavía lo estás pensando? Acércate, el psicoanálisis es para todos. Tú también puedes.

jueves, 15 de enero de 2009

El horror de la guerra: las dos caras del ser humano


Obra: Guernica. Autor: Picasso

CÉSAR VALLEJO (Perú, 1892)

MASA

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.

¿Quieres estudiar Psicoanálisis?



Más información en www.grupocero.org

Grandes Poetas. Oliveiro Girondo (Argentina, 1891)

HAY QUE BUSCARLO

En la eropsiquis plena de huéspedes entonces meandros de
espera ausencia
enlunadados muslos de estival epicentro
tumultos extradérmicos
excoriaciones fiebre de noche que burmua
y aola aola aola
al abrirse las venas
con un pezlambo inmerso en la nuca del sueño hay que buscarlo
al poema
hay que buscarlo dentro de los plesorbos de ocio
desnudo
desquejido
sin raíces de amnesia
en los lunihemisferios de reflujos de coágulos de espuma de
medusas de arena de los senos o tal vez en andenes con aliento
a zorrino
y a rumiante distancia de santas madres vacas
hincadas
sin aureola
ante charcos de lágrimas que cantan
con un pezvelo en trance debajo de la lengua hay que buscarlo
al poema
hay que buscarlo ignífero superimpuro leso
lúcido beodo
inobvio
entre epitelios de alba o resacas insomnes de soledad en creciente
antes que se dilate la pupila del cero
mientras lo endoinefable encandece los labios de subvoces que
brotan del intrafondo eufónico
con un pezgrifo arco iris en la mínima plaza de la frente hay
que buscarlo
al poema