viernes, 16 de enero de 2009

El sentido de los síntomas y la Terapia Analítica

Los síntomas de las neurosis poseen -como los actos fallidos y los sueños- un sentido propio y una íntima relación con la vida íntima de las personas en las que surgen. Si bien es cierto que cuanto más individualizado se hace un síntoma, más fácil es establecer esa relación, también los síntomas típicos pueden ser reducidos a sucesos típicos, es decir, comunes a todos los hombres.
Ante una idea sin sentido o un acto sin objeto habrá que descubrir la situación pretérita en la que tales ideas o actos poseyeron sentido y objeto, ya que los síntomas, sueños, lapsus, olvidos, etc. , no son más que manifestaciones disfrazadas de deseos reprimidos en el inconsciente.
Los mecanismos psíquicos que sustentan la enfermedad son los mismos que los de la salud, la diferencia entre la salud y la enfermedad descansa por tanto sobre un factor cuantitativo y no cualitativo. En consecuencia, todas neurosis son curables.
El tratamiento psicoanalítico, al encontrar conflictos que han conducido a la formación de síntomas, intenta remontarse a la raíz de los mismos y producir otro resultado. El tratamiento analítico, impone al médico y al enfermo esfuerzos destinados a levantar resistencias internas que, una vez dominadas, dejan la vida psíquica del paciente modificada de un modo duradero, transportada a un grado evolutivo superior y protegida contra nuevas posibilidades patógenas. Es por tanto la lucha contra las resistencias la labor esencial del tratamiento analítico e implica al enfermo, en cuya ayuda acude el psicoanalista mediante la sugestión que actúa en sentido educativo.
En contra de lo que sucede en otros tratamientos sugestivos, el psicoanálisis trabaja sobre la transferencia que se produce entre paciente y analista y, durante el tratamiento, las resistencias también se transforman en transferencias negativas (hostiles).
Siguiendo la teoría de la libido, el neurótico no puede gozar ni obrar ya que su libido no se haya dirigida sobre ningún objeto real y el paciente se haya obligado a emplear toda su energía para mantener a su libido en estado de represión y protegerse contra sus asaltos. La misión de la terapia consiste en desligar la libido de su adherencia a los síntomas, que procuran al sujeto una satisfacción sustitutiva de sus deseos inconscientes.
Partiendo de la transferencia se crean nuevas ediciones de los antiguos conflictos para que, con las interpretaciones del analista, el paciente llegue a diferentes soluciones ante los mismos, por movilización de todas las fuerzas psíquicas de las que dispone.

Virginia Valdominos a partir de Freud (Lecciones Introductorias al Psicoanálisis: Teoría General de las Neurosis 1916-17).

2 comentarios:

  1. Hola Virginia, qué bien encontrarte entre mis seguidores, me alegra mucho compartir, también, este espacio contigo. Un beso y felicidades por el blog.

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  2. Muchas gracias Magdalena. Seré una asidua a tu blog. Muchas felicidades a tí también por tu trabajo. Un beso.

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