lunes, 19 de enero de 2009

Grandes Poetas. Antonio Machado (España, 1875)

CAMINANTE NO HAY CAMINO

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el blog!
    Uno de mis poemas preferidos es de Antonio Machado. Ahí va:

    Es una tarde cenicienta y mustia,
    destartalada, como el alma mía;
    y es esta vieja angustia
    que habita mi usual hipocondría.
    La causa de esta angustia no consigo
    ni vagamente comprender siquiera;
    pero recuerdo y, recordando, digo:
    —Sí, yo era niño, y tú, mi compañera.

    *

    Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
    tú eres nostalgia de la vida buena
    y soledad de corazón sombrío,
    de barco sin naufragio y sin estrella.
    Como perro olvidado que no tiene
    huella ni olfato y yerra
    por los caminos, sin camino, como
    el niño que en la noche de una fiesta
    se pierde entre el gentío
    y el aire polvoriento y las candelas
    chispeantes, atónito, y asombra
    su corazón de música y de pena,
    así voy yo, borracho melancólico,
    guitarrista lunático, poeta,
    y pobre hombre en sueños,
    siempre buscando a Dios entre la niebla.

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  2. Muchas gracias Yolanda. Me alegro mucho de que te guste el blog y que desees participar en él. Gracias por el poema. También es uno de mis preferidos. Aquí va otro:

    "Y podrás conocerte, recordando
    del pasado soñar los turbios lienzos,
    en este día triste en que caminas
    con los ojos abiertos.

    De toda la memoria, sólo vale
    el don preclaro de evocar los sueños".

    Espero verte por aquí.
    Un abrazo fuerte.

    Virginia.

    . Espero verte por aquí. Un abrazo.

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