miércoles, 17 de noviembre de 2010

LAS ETERNAS RELACIONES DE PAREJA VII: Charla-Coloquio con Miguel Oscar Menassa (Candidato al Prermio Nobel de Literatura 2010)

P: ¿El hombre necesita ser deseado y la mujer ser amada?

MOM: Yo creo que el hombre necesita trabajar en estos momentos.

P: Y la mujer también.

MOM: Y la mujer también, pero es verdad que la mujer es más propicia a ser amada que a amar.

P: Es más en los síntomas que le pasa eso, ella tiene más síntomas en el amor y él más en el deseo.

MOM: Exactamente, ella desea sin tapujos, pero tiene problemas para amar, ella necesita ser amada, es como una necesidad. Y el hombre, a pesar del amor cortés y sus consecuencias, necesita que la mujer desee y a ella le cuesta eso, le cuesta. Ella prefiere quedarse sentada en la tumba, que venga él, que levante la tapa de los sesos de la tumba, que la bese cariñosamente en la frente como el príncipe azul y ella se despierta.

Yo tengo una anécdota, perdón Roberto sé que me estás escuchando pero si no te vas a enterar de la anécdota. Roberto tenía un problema con una chica, “que la amo y que no me la chupa, que no me la chupa, que no me la chupa, que no me la chupa”. Yo me acuerdo que nos reuníamos los viernes, yo le pregunté “Escucha una cosa, tú qué quieres que te la chupe o que ella desee chupártela.” “No, macho, yo quiero que desee”, digo: “Termínala, tú lo que le tienes que decir es: chúpamela que yo deseo eso, bajo mi responsabilidad”, y se la chupó. Perdón, Roberto pero éramos jóvenes y ahora somos viejos.

La mujer no quiere ser responsable de su deseo y el hombre se hace cargo de deseos que no tiene, por eso que todo fracasa, no es que él desea porque tiene los deseos, él desea por compromiso, porque tiene que existir el deseo. No es que la mujer no desee, la mujer no quiere reconocer que desea, para ella es un ser inferior el que desea, no sé por qué.

P: Es mortal, un simple mortal.

MOM: Ah, si desea es mortal. Puede ser porque no ven a Norma, inmortal. Bueno, inmortal no, eterna, no tiene edad.

P: ¿Qué relación existe entre el amor y el deseo?

MOM: Yo creo que lo dije, el amor es un sentimiento de la especie y el deseo es propiamente humano porque está ligado a la palabra y, hasta ahora, los monos y los caballos no hablan. A pesar del dinero que se gastan en hacer hablar a los chimpancés, los chimpancés todavía no han pronunciado una sola palabra, si se hubiesen gastado todo ese dinero en que la mujer desee, la mujer ya hubiese reconocido su deseo.

El animal no puede fingir que finge, puede fingir pero no puede fingir que finge, en cambio el hombre puede fingir que finge, por eso que cuando me preguntaban al principio de todo si había verdad entre las parejas yo creo que ninguna.

Pero lo que hay, como decía en la presentación de Lucia, donde se hace responsable de mi crecimiento, auténtico pilar de mi inteligencia...

P: Era el concepto de mujer. En el discurso de Olga estaba que sin ella, sin la idea de mujer no hay pensamiento.

MOM: Total, cómo va a haber pensamiento...
...

P: Pero es precisamente por eso que tenemos la entrada al goce, que el goce en el ser humano viene por provenir de padre y madre.

MOM: No, por la palabra, porque si provienes de padre y madre y no te dijeron nunca una palabra, no te enseñaron a hablar, no encontraste a un hombre como yo que te enseñara a hablar no puedes gozar, termínenla. Que no viene por el toqueteo, viene por la palabra.

P: Los animales no gozan.

MOM: No, los animales no gozan, no. Un caso mío personal, concurrió a análisis por el temor a ser violada. Yo, en la primera entrevista, entendí que era tan grande el deseo de ser violada que se podían explicar los casos en que estuvieron a punto de violarla y la chica se escapó, ¿por qué se escapó? Porque era una chica que estaba en camino de su curación. Entra en análisis y en análisis ella puede pronunciar una frase: "quiero ser poseída" en lugar de "no quiero ser violada", "no quiero ser violada" llevaba en sí misma una negación, “no quiero” es “quiero ser violada”.

Cuando ella cambia en análisis (cuando ella no cuando el psicoanalista le dice no se vayan a equivocar, el psicoanalista no dice ninguna frase), cuando ella puede decir por el tratamiento psicoanalítico la frase de “quiero ser poseída”, nunca más intentan violarla. Se psicoanalizó conmigo quince años, eso lo resolvió al quinto año de análisis y después los diez años posteriores, que fue donde yo seguí el caso, nunca más la quisieron violar, más bien ella se transformó en una violadora, seductora... Espero que no me estés escuchando, Clotilde.

(Continuará)

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